El Camping hotel playa la arena, se encuentra situado en la localidad de Isla, en la comarca de Trasmiera, toda ella rodeada de las maravillosas y espectaculares playas bañadas por el mar Cantábrico.
La ubicación de Isla es excelente para la visita de todas y cada una de las localidades colindantes.
Con un enorme atractivo costero pero también paisajístico y montañoso.
Es un lugar ideal para la practica de todo tipo de deportes en contacto con la naturaleza. Senderismo, pesca, deportes acuáticos, montañismo, así como todo tipo de actividades culturales y gastronómicas.
Su situación es perfecta para poder conocer Cantabria en todos sus rincones.
Por ejemplo Cabarceno a tan solo 37 km, su capital Santander a tan solo 44 km y así un sinfín de rincones que visitar y conocer.
Además su atractivo gastronómico hacen de este enclave un lugar perfecto para el disfrute de todos los miembros de la familia. Cuenta con distintas opciones, desde los mas pequeños hasta los mas adultos.
Sabemos que siempre os faltaran días para conocer nuestra maravillosa región, por eso es hora de ponerse manos a la obra y comenzar a descubrir este espectacular lugar.
Aquí os dejamos algunas ideas, aunque siempre estaremos encantados de ayudaros y orientaros en vuestra estancia.
El Palacio de los Condes de Isla-Fernández, es un palacio del estilo de clasicismo regional construido a finales del siglo XVII en Isla, municipio de Arnuero, (Cantabria, España) por orden de Juan Fernández de Isla.
Entre las rías de Quejo y Castellano se encuentran los farallones rocosos que forman un abrupto paisaje de acantilados, en algunos tramos con más de 50 m. de altura sobre el nivel del mar. Una ruta que se realiza fácilmente desde ambos extremos y que cuenta como elementos más significativos el Cabo de Quejo antigua atalaya de avistamiento de cetáceos, y el alto de Corporales con magnificas vistas del conjunto y desde donde podrás bajar al Observatorio de aves y mamíferos marinos.
Cuenta con números premios y reconocimientos entre los que destacan:
PREMIO AUGUSTO GONZALEZ DE LINARES DE INVESTIGACIÓN Y GESTIÓN AMBIENTAL.
HISPANIA NOSTRA, PREMIO UNION EUROPEA DE PATRIMONIO CULTURAL.
PREMIO FITUR 2006, SECCION TURISMO ACTIVO, MODALIDAD DE CULTURA, MEJOR PRODUCTO.
Esta playa, ubicada en el núcleo urbano de Isla Playa, es peculiar por contar con unos pocos amarres de embarcaciones que con la bajamar quedan varadas en la fina arena. Durante este momento en que se retira el mar, es fácil cruzar la ría y disfrutar de un buen paseo por la playa vecina de Ris.
Precaución no entretenerse más de la cuenta, porque la marea volverá a subir en pocas horas y se hará más difícil el regreso. Tiene una plataforma a modo de solárium, y gusta mucho a los niños por la posibilidad de explorar durante la bajamar muchas charcas y rincones rocosos.
La playa del Sable se encuentra en el núcleo de Isla Playa, siendo una playa de carácter urbano y familiar.
Muy animada en periodo estival y tranquile el resto del año, con fina arena dorada es ideal para familias con niños pequeños, ya que se encuentra resguardada por un islote rocoso que le hace similar a una gran piscina de aguas tranquilas y cristalinas.
Cuenta con la bandera azul y la Q de calidad Turística, y está certificada en calidad ambiental y accesibilidad.
Una de las rutas de senderismo más bellas y espectaculares para realizar en Cantabria está al alcance de toda la familia. Se trata de un camino que, atravesando bosques y praderas de cuento, nos lleva hasta los pies del Nacimiento del río Asón, una cascada bautizada con el nombre de «Caliagua».
Durante el recorrido atravesaremos varias praderas y cercados para el ganado. En estos espacios debemos ser especialmente cuidadosos pues, si dejamos abiertas las verjas, es posible que algún animal termine escapándose.
El camino es realmente bello y uno de los mejores del norte de la Península para realizar en familia. Además, es perfecto para realizar en cualquier época del año. El verdor de su vegetación en verano, y las nieblas de otoño e invierno, hacen que el bosque tenga un aspecto mágico, lejos de la contaminación propia de la ciudad.
La ruta finaliza en la Cascada Caliagua, espectacular sobre todo en los meses de primavera, por el deshielo de la nieve de las cumbres de las montañas la rodean. El camino lleva hasta la misma base de la cascada, lugar perfecto para refrescarse si el calor aprieta.
También existe la posibilidad de realizar una visita guiada. Estas visitas gratuitas deben reservarse con antelación y podemos informarnos de días y horarios en la página web del lugar o a través de su número telefónico de atención al cliente.
Fuente Dé es una localidad española perteneciente al municipio de Camaleño, en la comunidad autónoma de Cantabria. Su circo glaciar, poblado de hayedos y en el cual nace el río Deva, es un punto de interés geomorfológico.
Este lugar posee un teleférico que salva un desnivel de 753 m con una longitud de cable de 1840 m. A la estación superior del teleférico se le llama El Cable. Allí existe un mirador sobre el valle. El trayecto se realiza en poco más de 3 minutos y medio.
Este teleférico es una de las instalaciones turísticas más conocidas de la comarca de Liébana, donde se encuentra, y de toda Cantabria.
La Ría de Castellano, en su desembocadura con el mar, crea una extensa playa de arena dorada y fina. Su primer tramo de carácter más familiar tiene todos los servicios, cuenta con la bandera azul y la Q de calidad Turística, y está certificada en calidad ambiental y accesibilidad.
El tramo de la ría es prácticamente virgen y en alguna zona se practica el nudismo. Sus aguas cristalinas y tranquilas, junto con un entorno natural de espectacular belleza, hacen de esta playa un enclave único.
Hay que tener cuidado con las corrientes que genera la ría.
El Faro del Caballo fue construido en el año 1863 dentro de la península del Monte Buciero en Santoña. Un entorno idílico que lo hace una visita imprescindible de la costa cántabra. Pero no todo podía ser tan fácil. Y es que para llegar a los pies del faro tenemos que recorrer una pequeña ruta a pie.
En su último tramo nos obliga a descender más de 700 escaleras. Sí, no me he confundido. 700 escaleras altísimas que tendrás que remontar a la vuelta. Para llegar al paraíso hay que sufrir un poquito ¿o no?. Y es que también tenemos la posibilidad de llegar por vía marítima desde Santoña, a través de una excursión en barco o en kayak.
Aguas cristalinas y altos acantilados flanquean el que está considerado uno de los faros más bonitos del país.
La cueva El Soplao, descubierta a principios del siglo XX con motivo de la explotación de las minas de La Florida, es considerada una de las grandes maravillas de la geología, pues atesora un auténtico paraíso de la espeleología (excéntricas, estalactitas, estalagmitas, coladas, columnas, perlas de las cavernas, dientes de perro, etc.).
El Soplao constituye un deleite para todo el que se acerque a visitarlo, que podrá disfrutar de un recorrido que sobrecogerá por la espectacularidad, abundancia y diversidad de sus formaciones excéntricas, que son las que hacen de El Soplao «una cavidad única».
Un auténtico juego de sombras y luces, de colores, un festival de sensaciones.
Además de su valor geológico, la Cueva y su entorno albergan un excepcional patrimonio de arqueología industrial minera, con más de 20 km de galerías. La actividad minera también ha dejado su huella en el espacio exterior: castilletes, hornos de calcinación, lavaderos, talleres, etc. Las labores mineras se orientaron a la extracción de blenda y galena, dos de las mejores menas para la obtención de zinc y plomo, respectivamente.
El faro de Ajo está situado en el cabo de Ajo, en la localidad cántabra del mismo nombre. Se trata del último faro construido en Cantabria, ya que a pesar de proyectarse su construcción para 1907, fue inaugurado en 1930. Desde 2015, el Ayuntamiento de Bareyo ha impulsado varias actividades en torno al faro para fomentar el turismo, como el pintado de este en 2020 por el artista cántabro Okuda San Miguel.
En 1907 se proyectó este faro como uno de los más importantes del Cantábrico, similar al faro de Cabo Mayor. Estaba prevista la construcción de una torre de 18 metros de altura, junto con una vivienda rectangular de dos plantas en la que podían vivir hasta 6 fareros, y sala de máquinas independiente. En 1909 se aprueba su construcción, pero en 1914 se electrifica el faro de Cabo Mayor, dada su mayor potencia, se cancela el proyecto por considerar que ya no es necesario Desde el Ayuntamiento de Bareyo, al que pertenece Ajo, se insiste sobre su idoneidad y tras tres naufragios ocurridos en la zona se aprueba de nuevo el proyecto del faro en 1921 con un alcance de 15 millas y una apariencia de grupos de 3 ocultaciones.
En 1928 se aprobó el proyecto para el edificio, y en agosto de 1930 se inauguró el faro, siendo el más nuevo de Cantabria, más modesto que en la idea original, pues incluso la vivienda pasa a tener una sola planta. En 1962 se electrificó con una lámpara de incandescencia, manteniendo sus características anteriores. Durante la Guerra Civil dejó de alumbrar durante poco más de un año. En 1980 el ingeniero Fernando Rodríguez Pérez proyecta una nueva torre circular, realizada en hormigón, dejando el plano focal a 10,73 metros del suelo, y a 71 metros sobre el nivel del mar. Entró en servicio en 1985 dando grupos de tres ocultaciones cada 16″, y con un alcance de 17 millas.
En 2015, el Ayuntamiento de Bareyo pidió una subvención a la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Cantabria para realizar un vallado perimetral en paralelo a los acantilados y una senda peatonal de tres metros de anchura. El presupuesto era de 67531 euros, y fue subvencionado al 80% por el gobierno cántabro. Desde ese año se abren las puertas del faro a los turistas cada verano, al coste de un euro por persona. En el verano de 2018 se superaron las 35000 visitas.
En 2020, el Gobierno de Cantabria aceptó el proyecto presentado en mayo de ese año por el Ayuntamiento de Bareyo y la Autoridad Portuaria de Santander para pintar el edificio. Algunos colectivos y grupos políticos se mostraron en contra de la medida, a lo cual el Gobierno indicó que se realizaba por motivos turísticos. El proyecto, que tiene un presupuesto de 75000 euros, se encargó al artista cántabro Okuda San Miguel, para mostrar la diversidad cultural de Cantabria. Finalmente, el gasto fue de 40000 euros, debido a que se decidió no rehabilitar dos edificios colindantes que también estaban dentro del presupuesto original.
Tras tres jornadas de trabajo, y el uso de más de 100 colores, el artista terminó su trabajo el 26 de agosto. Okuda indicó que el nuevo diseño permanecerá como máximo 8 años, que es el tiempo previsto de su duración, y posteriormente podría volver a ser blanco. El primer día de visita se registró una entrada de 1800 personas.